Es un escándalo cuando una persona que pretende ser discípulo de Jesus se va a la cama bien alimentado mientras alguien a su alcance pasa hambre.
En estos tiempos los jóvenes estamos en medio de un desastre. No podemos escapar del problema en el que nos han metido las generaciones pasadas. Sida, drogas, desordenes sexuales, violencia en extremo, familias en peligro de extinción, etc. Pero creemos que mejoraremos este asunto, lo haremos con la unidad de los jóvenes de todo el mundo. Con amor y pasión la realidad futura será otra de la que nos toca vivir hoy. No escaparemos, la enfrentaremos.
Vivir o trabajar junto con otras personas, incluso con las que supuestamente comparten nuestros ideales y metas, puede ser extremadamente difícil. La alegría en la convivencia da paso muy pronto a la irritación, más tarde a la murmuración y finalmente a la traición, cuando permitimos que nos irrite el carácter de una persona o su manera de hacer las cosas. La solución es la humildad y la sinceridad sin fisuras.