PLANETA JOVEN "Ingresa a tu mundo"

En estos tiempos los jóvenes estamos en medio de un desastre. No podemos escapar del problema en el que nos han metido las generaciones pasadas. Sida, drogas, desordenes sexuales, violencia en extremo, familias en peligro de extinción, etc. Pero creemos que mejoraremos este asunto, lo haremos con la unidad de los jóvenes de todo el mundo. Con amor y pasión la realidad futura será otra de la que nos toca vivir hoy. No escaparemos, la enfrentaremos.

03 noviembre, 2005

EL BAMBÚ JAPONÉS

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡Crece, maldita seas!"
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer?
No. La verdad es que se tomo siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, si está sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando este al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.


oportunidad.com.mx

2 Comments:

At 03 noviembre, 2005 15:58, Blogger Marcela said...

Geniall, que paralelismo tan perfecto, mejor imposible.
En realidad vamos apresurado por la vida sin disfrutar de los logros obtenidos, pero lo patético es que no lo vemos, en ese afán por querer más y más no valoramos lo que tenemos, perdemos la capacidad de asombro, todo se vuelve cotidiano y obvio.
Una buena... no todos somos iguales.

 
At 04 noviembre, 2005 13:16, Anonymous Anónimo said...

SALUDOS SERGIO,PRIMERO QUE TODO GRACIAS POR TUS MUESTRAS DE APOYO EN MI BLOG, A VECES A UNO SE LE OLVIDA QUE MUCHAS PERSONAS PASAN POR SITUACIONES PARECIDAS O PEORES. POR OTRO LADO LO POCO QUE HE VISTO DE TU BLOG ME HA GUSTADO MUCHO POR AHORA EN ESPECIAL LO DEL CRECIMIENTO DEL BAMBU, QUE ES ALGO QUE SE DA MUCHO EN LA VIDA. SEGUIRE ESPIANDO TU BLOG, NOS VEMOS

 

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